Una mirada atenta sobre la vida
Uno de los derechos centrales de las democracias del mundo es el derecho a la libertad de expresión y, sin embargo, es uno de los que, con más frecuencia levanta polémicas y discusiones. Sin embargo, todo eso sucede generalmente entre las élites que tienen el privilegio de ejercer ese derecho, entre quienes pueden pelearse esos micrófonos que, al final de cuentas, circulan entre muy pocas manos. Pero, fuera de esos espacios la diversidad de voces, historias y realidades estalla en ebullición y pocas veces se da cuenta de ello en las grandes plataformas informativas. La libertad de expresión no puede cumplirse a cabalidad si no se toman en cuenta la diversidad de historias, de puntos de vista, de problemas y opiniones que en verdad conforman eso que llamamos realidad actual.
Si hay un área geográfica en este país cuyo nombre puede ser el sinónimo de la palabra diversidad, esa área es Oaxaca. En uno de los corazones de lo que se ha llamado Mesoamérica, Oaxaca contiene múltiples y contrastantes universos culturales, políticos y lingüísticos que pueden ser presa fácil de la mirada folclorizante que coloca estas diversidades al servicio del mercado o de los intereses políticos estatales. En oposición, las historias que se presentan aquí a continuación exploran estas diferentes realidades para dar cuenta de que Oaxaca no es lo que la cada vez más agresiva oferta turística nos presenta.